jueves, 1 de diciembre de 2011

NACE LA ASOCIACION DE SACERDOTES CATOLICOS DE IRLANDA

IRLANDA – SACERDOCIO: LA INICIATIVA SE EXPANDE
La llamada a la desobediencia promovida en Austria por “Iniciativa de los párrocos”se ha oído también en Irlanda, donde ha sido recibida por la primera asamblea general de la “Association of Catholic Priests” (ACP), nacida la pasada primavera. Es más, el 4 y el 5 de octubre, en un encuentro que parecía una verdadera y real asamblea constituyente, ha intervenido el propio P. Helmut Schüller, portavoz de la iniciativa austríaca.
 
Los objetivos en torno a los cuales nace el grupo irlandés, y a los que han dado su adhesión en pocos meses más de 500 sacerdotes, tienen, efectivamente, muchos puntos en común con los de la «Iniciativa de los párrocos".
La ACP quiere dar "la voz a los sacerdotes católicos en un tiempo en que, cuando menos, permanece silenciosa y pide manifestarse". Y lo hace con la esperanza de tener mejor suerte que la "Association of Irish Priests", activa durante una decena de años a partir de los años Sesenta, y del "National Conference of Priests", instituida por los obispos pero callada por ellos mismo en 1975.
Esta nueva organización busca una "plena realización de la visión y de la enseñanza del concilio Vaticano II, con un particular interés por la primacía de la conciencia individual; por el status y la activa participación de todo los bautizados; y por la tarea de hacer que en la Iglesia todos los creyentes sean tratados por igual". Estos intereses manifiestan su urgencia en "rediseñar el ministerio en la Iglesia de tal manera que se comprendan los dones, la sabiduría y las capacidades de toda la comunidad de los fieles, mujeres y hombres"; así como su interés por "reestructurar el sistema de gobierno de la Iglesia -que debe basarse en el servicio más que en el poder- y propulsar en todos los niveles una cultura de la consulta y de transparencia, en particular cuando se trata del nombramiento de los líderes eclesiásticos".
El texto fundador continúa concretando algunos "puntos" problemáticos necesitados de revisión: la relación "entre el obispo local y los sacerdotes"; "la sexualidad", cuya enseñanza debería ser "repensada" a la luz de su "profundo misterio" y de la «experiencia y sabiduría del pueblo de Dios"; una mayor "promoción de la justicia, de la paz y de la salvaguardia de la creación"; el "reconocimiento" de la separación entre el estado y la Iglesia; "las celebraciones litúrgicas", con el fin de usar "rituales y lenguajes fácilmente comprensibles, inclusivos y accesibles a todos"; el diálogo ecuménico, para que sea reforzado; y, por fin, "la plena aceptación de que el Espíritu habla a través de cada persona, incluidas aquellas que no son cristianas y no tienen un credo religioso, de modo que el soplo del Espíritu pueda circular más libremente"
En la asamblea -cuyo eslogan fue "Sacerdocio en un tiempo de crisis"- se ha hecho clara referencia a la ordenación de las mujeres, y de hombres casados: dos cuestiones muy presentes también en la iniciativa austríaca, e igualmente suscritas por un grupo de sacerdotes de la diócesis francesa de Rouen y explícitamente compartidas por el grupo Jonas, activo -aunque con intermitencias- en muchas diócesis de Francia.
El "memorándum" con el que se ha cerrado la asamblea de Dublín contiene dos solicitudes dirigidas genéricamente al Vaticano: la remoción de los obispos culpables de haber ignorado los malos tratos a menores realizados en sus diócesis y la abolición del celibato eclesiástico.
Esta última solicitud fue presentada también, entre otros, entre otros, por una de las figuras episcopales irlandeses más acreditados, Mons. Edward Daly, emérito de Derry. En el posicionamiento del obispo-símbolo de la lucha no-violenta en Irlanda del Norte (intervino en el tristemente famoso Bloody Sunday del 1972 haciendo de escudo a los heridos de los paracaidistas ingleses) se ha manifestado la necesidad de dar cabida en la Iglesia católica al sacerdocio de casados. Esto ha significado una enorme resonancia a la petición de la asociación. En su libro de memorias ("A Troubled See. Memoirs of a Derry Bishop) publicado en septiembre, ha sostenido que "siempre habrá sitio en la Iglesia para el sacerdocio célibe", pero que junto a éste tiene que existir igualmente el casado. Surgirán "nuevos problemas, quizás; pero es una modalidad que debe ser tomada seriamente en cuenta". Además, hablan en favor de la iniciativa la bajada dramática y el envejecimiento de los sacerdotes que está padeciendo, incluso, la misma iglesia católica de Irlanda.
Estos hechos y el descrédito que el escándalo de la pedofilia ha arrojado sobre la imagen pública del sacerdote(,?) han llevado a que la asociación busque encontrar un lugar de debate y consuelo para combatir, por un lado, el asedio de los medios de comunicación y, por otro, la soledad padecida en la relación que mantienen con sus respectivos obispos. No es, por tanto, una simple asociación de presbíteros, sino, más bien, "un foro y una voz para reflexionar, discutir y comentar los temas que afectan a la Iglesia y a la sociedad irlandesa en la actualidad", ha declarado p. Brendan Hoban, uno de los fundadores.
Además, se pretende promover un espacio en el que sea posible contrastar las diversas praxis promovidas por la diócesis en aplicación de los procedimientos que hay que respetar para proteger a la infancia y encontrar apoyo entre compañeros cuando aparezcan acusaciones infundadas que a menudo tardan años en ser. Esto es algo muy necesario, sobre todo para los sacerdotes diocesanos -la mitad de los cuales tiene más que 55 años- y que no disponen de una estructura comunitaria como los religiosos. Los curas diocesanos sufren un alto riesgo de que se deteriore -a causa del aislamiento, del estrés, de la ansiedad y de la depresión- su salud psíquica, afirma el jesuita p. M. Drennan.
El tema es –como se puede constatar- de gran alcance. Ahora corresponde a los responsables de la asociación formular objetivos más precisos y un plan de prioridades.
M.E.Gandolfi


[i] Il Regno. Quindicinale di attualità e documenti 18 (2011) 588
[ii] Cf. Il Regno-att. 16 (2011)518 ss
[iii] También han intervenido: Tony Flannery, portavoz de la ACP; Kevin Hegarty, sacerdote diocesano de Killala, sobre “El ministerio presbiteral hoy. Una mirada al interior”; Sean Fagan ha repasado el recorrido de la teología irlandesa en estos años; Marie Keenan, psicoterapeuta y docente en la Facultad de ciencias sociales aplicadas del University Colegio de Dublín ha colaborado con el tema "Las violencias sexuales y la Iglesia católica”. A ella se debe la publicación en septiembre en la Oxford University Press de "Child Sexual Abuse and the Catholic Church: Gender, Power and Organizational Culture". Además han participado también p. Bernard Survil de los Estados Unidos, en representación de la recién nacida Association of U. S. Catholic Priests. Esta última, fundada a iniciativa de p. David Cooper, sacerdote de Milwaukee. Es una asociación que se propone dar soporte fraterno y voz colegial a los sacerdotes que se sienten "aislados", a partir de las opciones del Vaticano II. En los EE.UU. existe, además la "National Federation of Priests Councils", una federación de los consejos presbiterales diocesanos, cuyo presidente, p. Richard Vega, ha subrayado cómo el acercamiento con la recién nacida asociación irlandesa en temas tales como las órdenes sagradas, la traducción del Misal y el clero casado acabará colisionando inevitablemente con los obispos.
[iv] Es un grupo promovido por p. Henri Denis, secretario del card. Gerlier en el Concilio. Ha surgido al final de los años ochenta (cf. también Il Regno-att. 12,1993, 330). Ha hecho del Vaticano II y, en particular de "una Iglesia que se deja interrogar del mundo" su bandera programática.

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